La Unión Europea finalmente pone fecha al fin de la fabricación de vehículos con motores térmicos o de combustión interna, esta fecha se ha fijado para el 2035.
¿Quiere eso decir que a partir del 2035 ya no podrán circular este tipo de vehículos? La respuesta es que, salvo que se lance una nueva ley que lo prohíba, se dejen de fabricar combustibles como la gasolina o el diesel o su precio sea tan caro que no podamos asumirlo, podremos seguir utilizando los vehículos de combustión interna, pero ya no se podrán fabricar.
Esta limitación es extensiva a los vehículos híbridos que utilizan combustibles fósiles, sean enchufables o no. Igualmente, tampoco se fabricarán vehículos de combustión interna que utilicen combustibles sintéticos.
Como se suele decir, “El papel lo aguanta todo”, pero nos surgen multitud de dudas sobre si esto es realizable, que consecuencias nos traerá a la mayoría de los usuarios y que futuro le espera a la industria del motor.
En este artículo abordaremos estas y otras preguntas que seguro serán de vuestro interés.
Después del fin al motor de combustión en 2035. ¿Podré seguir conduciendo mi coche a gasolina, diesel o híbrido?
ÍNDICE
Como decíamos en la introducción, la norma implica que solo se dejarán de fabricar, por lo que si podremos seguir utilizando nuestros vehículos de combustión interna a partir del 2035.
Pero para que esto suceda, no se lo van a poner fácil a los propietarios de este tipo de vehículos.
¿Qué puede impedirlo?:
La prohibición de circular en determinadas áreas urbanas;
Ya lo estamos viendo cada día, y es que actualmente en las poblaciones con un determinado número de habitantes se está prohibiendo el acceso a todos los vehículos que no cumplan con las emisiones establecidas para esa zona, a no ser que se sea residente.
Sin duda, estas zonas serán cada vez más amplias, y las restricciones más duras, hasta llegar a uso exclusivo de vehículos eléctricos puros.
El precio y la escasez de combustibles fósiles;
A la vista está el precio de los combustibles, bien motivados por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, bien por el cada vez más escaso diesel que requiere de crudos de alta calidad, los cuales ya han llegado a su máximo de producción en 2015 y ahora están en claro descenso de producción.
A esto tampoco ayuda que en la categoría de vehículos de combustión interna, la EU también incluye a los que utilizan combustibles sintéticos.
Subida de impuestos;
Los impuestos son la herramienta perfecta para los gobiernos, pues además de recaudar más, lea ayuda a gestionar y controlar el uso y consumo de los combustibles y la compra de vehículos nuevos y de segunda mano.
No esperemos subvenciones por parte de ningún gobierno para la compra de un gasolina o diesel como pasaba hasta no hace demasiado. Es más, lo probable es que se retiren las ayudas a la compra de vehículos eléctricos de cualquier tipo.
Por otro lado, a los ayuntamientos se lo han puesto en bandeja para aumentar exponencialmente los impuestos a los vehículos más contaminantes, ya hacen uso de esa ventaja y más que lo harán.
¿Qué pasará hasta el 2035 con los vehículos actuales?
Se está debatiendo que para el 2025 se establezca para los vehículos de combustión interna e híbridos, una reducción del 20% de emisiones de Co2 y para el 2030 una reducción del 50% de las emisiones de C02.
Esto en la teoría es fantástico, pero en la practica supone un reto tremendo para los fabricantes de automóviles, que antes de enfrentarse a enormes multas por parte de la UE por este tema, preferirán retirar los modelos que utilizan combustibles fósiles de su catálogo.
Esto ya lo estamos viendo en muchos fabricantes, sin necesidad de llegar a esas fechas, otra cosa es que la población de Europa con 300 millones de vehículos en circulación lo pueda asumir económicamente, dada la diferencia del precio de venta de los vehículos eléctricos, respecto a los convencionales térmicos.
¿Qué pasará con los automóviles de segunda mano de combustión interna en 2035?
Siguiendo la base de la normativa, los vehículos de segunda mano de combustión interna podrán seguir vendiéndose, ya que solo se prohibirá la fabricación de los nuevos vehículos de combustión interna.
Lo que está por ver es si para esas fechas, los impuestos, la escasez y el precio del combustible y las prohibiciones de conducción en zonas cada vez mas restringidas seguirán siendo apetecibles para el uso y “disfrute” de estos vehículos.
De momento, lo que estamos observando es una más que importante revalorización de los vehículos de segunda mano, que en algunos caso casi alcanzan su precio de venta nuevo si tienen menos de 4 años,
Esto es debido en gran parte al problema de los microchips, que está casi paralizando la fabricación de muchos modelos, y por otro lado asociado a los altos precios de los vehículos eléctricos puros, los cuales no son asequibles a cualquier bolsillo.
¿Serán más baratos los vehículos eléctricos para 2035?
De todo lo que hay poco y a su vez existe demanda, la tendencia lógica es que suba su precio. Esto ocurre con las materias primas empleadas en la construcción de las baterías y otros componentes de los vehículos eléctricos.
No está previsto que a futuro los vehículos eléctricos bajen de precio, casi todo lo contrario, en gran parte por la escasez de las materias primas y por otra por su demanda. Hay que tener en cuenta que esta tecnología evoluciona a gran velocidad, pero requiere de importantes inversiones por parte de las empresas constructoras de automóviles, que evidentemente repercutirá en su precio final.
Esto plantea muchas otras incógnitas, que solo se verán despejadas con el tiempo, ya que estamos hablando de que en pocas décadas, se tendría que renovar el parque automovilístico de toda Europa, y hablamos de 300 millones de vehículos.
Conclusiones
Solo se ha despejado una duda, la fecha desde la que no se podrá fabricar más vehículos de combustión interna, pero quedan otras muchas e importantes dudas por resolver:
- ¿Estarán disponibles a tiempo todas las estaciones de recarga necesarias para 300 millones de vehículos eléctricos?.
- ¿Cómo se fabricará toda esa energía necesaria para tantos millones de vehículos?.
- ¿Será más cara la recarga de un vehículo eléctrico que el actual combustible fósil?.
- ¿El acceso a vehículos eléctricos estará solo al alcance de unos pocos, creando dos clases sociales, los que tienen coche eléctrico y los que no tienen ninguno?.
- ¿Cómo y quien financiará la monumental infraestructura eléctrica para la recarga de baterías?.
- ¿Es realmente tan ecológico el vehículo eléctrico como para que valga la pena este proceso?.
- ¿Avanzarán otros sistemas como los basados en combustibles de hidrógeno?.
- ¿Se potenciará el uso de transporte público «Verde» para compensar la retirada de acceso a las zonas excluidas para vehículos de motor térmico?.
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